La Hinca neumática Guiada es un sistema de perforación en varias fases que permite la ejecución de perforaciones en entornos de gravas y material inestable con altos niveles de precisión.
El procedimiento que se usa en este trabajo es un desarrollo propio, que se basa en la combinación de varias técnicas diferentes, buscando que se puedan realizar hincas de tubo de acero en terrenos de alta inestabilidad, pero con una precisión suficiente para permitir la instalación de tubos para conducciones por gravedad.
Básicamente se trata de realizar inicialmente una perforación dirigida que garantice la obtención de un punto de ataque y salida correctos, y que servirá para auxiliar por medio de un equipo de tracción, con el que guiar la cabeza del equipo de golpeo que finalmente realizará la perforación.
El procedimiento que se usa en este trabajo es un desarrollo propio, que se basa en la combinación de varias técnicas diferentes, buscando que se puedan realizar hincas de tubo de acero en terrenos de alta inestabilidad, pero con una precisión suficiente para permitir la instalación de tubos para conducciones por gravedad.
Como paso previo a la ejecución de la perforación se realiza una perforación dirigida en el eje previsto de la nueva instalación.
Durante la ejecución de la perforación piloto, se intenta mantener en todo momento la pendiente requerida por el proyecto.
A base de avances muy controlados y usando el sistema de detección no magnético más avanzado existente actualmente, se consigue que las cotas de los puntos de entrada y salida sean muy precisas
Una vez realizada esta perforación dirigida, y comprobado por el cliente el resultado de la misma, se procede a colocar en la perforación realizada el cable de un sistema tractor con capacidad , que servirá para guiar la perforación definitiva.
La función principal de la realización de la perforación dirigida es la instalación de un elemento de tracción que garantice que la futura hinca se realice entre unas cotas controladas y corregidas
Una vez pasado el elemento de tracción, se procede a colocar el tubo de acero a hincar y a conectarlo con el elemento de tracción, ajustando la nivelación del tubo de acero en los carros que le sirven de soporte y utilizando la tracción como sistema para evitar que se produzcan desvíos durante la hinca del tubo de acero.
Disponemos de diferentes sistemas de tracción y configuraciones a elegir en función de las características de cada perforación.
La hinca de tubo de acero se realiza por golpeo, mientras se mantiene en todo momento el elemento de tracción trabajando de manera coordinada con la hinca.
La combinación de ambos esfuerzos permite trabajar en entornos inestables con la capacidad y seguridad que aporta el golpeo neumático, pero manteniendo en todo momento una alineación ajustada a las condiciones de proyecto, aspecto del que se encarga el sistema de tracción.
Una vez que se ha terminado de hincar el primer tubo, se procede a soldar el siguiente, y así consecutivamente hasta completar la longitud de la perforación.
De cara a la seguridad de la instalación bajo la que se perfora cabe indicar que durante esta operación de perforación no se realiza extracción alguna de material fuera del entorno contenido del tubo de acero que se está hincando.
Terminada la perforación , la cabeza de tiro alcanza el foso de salida guiada por el equipo de tracción, tras lo que se desconecta del mismo, se extrae la cabeza para usos posteriores y se procede a la limpieza del interior del tubo.
Para realizar la limpieza del material que está en el interior del tubo de acero, se procede a extraerlo por medio de tornillo sin fin.
Terminada la extracción del material del interior del tubo, el cliente dispone de un pasatubos con la ubicación y pendiente solicitada por el que instalar su futuro tubo de servicio y dar continuidad a la instalación.
Pese a que esta forma de trabajo está aún en desarrollo y se están estudiando aún multitud de variantes y mejoras , se han realizado ya varias hincas de longitudes entre 30 y 90 metros de longitud, en el que el sistema ha demostrado una alta efectividad.
La combinación de tiro y golpeo, así como la inyección de lodos bentoníticos durante la fase de la perforación dirigida hace que los rendimientos y los límites de los sistemas de hinca alcancen una nueva dimensión, permitiendo contemplar éste sistema como una opción válida y económicamente viable para un serie de trabajos que antes no podía acometer con solvencia.
Este sistema lo hemos utilizado en repetidas (7) ocasiones para la ejecución de varias perforaciones en la obra “Colector Arroyo de las Fuentes” en Burgos, con muy buenos resultados en general.
Se han llegado a alcanzar longitudes de 90 metros, y cuando no han surgido obstáculos inesperados, se han conseguido mantener precisiones de pendiente del entorno del 0,3 % entre el punto de salida y el punto de entrada.